Ospitalean ere ikasten!

¡Aprendiendo en el hospital!

jueves, 10 de abril de 2014

CONTINÚA LA HISTORIA

Vamos a escribir una historia entre todos los que visitéis este blog. Leed atentamente los pasos que debes seguir:
  • Yo indicaré cómo debe empezar la historia en el primer comentario de esta entrada.
  • El primero en comentar debe copiar y pegar mi comentario inicial y después continuar el cuento (obviamente, la continuación debe guardar relación con lo anterior).
  • Cada comentario siguiente debe continuar con lo que agregó el anterior, siempre copiando y pegando el último comentario antes de empezar a escribir.
  • Tenéis que agregar cada uno un mínimo de tres líneas a la historia.
  • Tened cuidado con la ortografía y echadle imaginación.
  • Tenéis de plazo para escribir vuestra parte de la historia hasta el miércoles día 16 de abril a las 12.00 horas.
  • No os olvidéis de copiar y pegar en vuestro comentario lo que haya escrito en el anterior. De este modo, el último comentario contendrá la historia completa.

15 comentarios:

Hitzak dijo...

Cuando los alumnos del aula hospitalaria se despertaron aquella fría mañana de abril, nada hacía presagiar que ese día fuera a cambiar sus vidas de un modo radical. Todos ellos se dirigieron a clase pensando que se enfrentaban a un aburrido día más.

Anónimo dijo...

Cuando los alumnos del aula hospitalaria se despertaron aquella fría mañana de abril, nada hacía presagiar que ese día fuera a cambiar sus vidas de un modo radical. Todos ellos se dirigieron a clase pensando que se enfrentaban a un aburrido día más. Allí les recibió la profesora del aula con una sonrisa bastante peculiar. Todos pasabamos dubitativos al aula ya que no era normal la forma en la que nos había sonreído. Una vez dentro, la profesora empezó a reirse de una manera descomunal. De repente, la profesora abrió una extraña carpeta. Todos estábamos asustados.

Hitzak dijo...

Allí les recibió la profesora del aula con una sonrisa bastante peculiar. Todos pasabamos dubitativos al aula ya que no era normal la forma en la que nos había sonreído. Una vez dentro, la profesora empezó a reirse de una manera descomunal. De repente, la profesora abrió una extraña carpeta. Todos estábamos asustados. No sabiamos que habia en esa carpeta pero la sonrisa perturbadura de la profesora no auguraba nada bueno.De repente saco un folio en el se podia ver que por la otra cara habia algo escrito pero no se veia el que.Volvio a reirse maleficamente y le dio la vuelta...

Anónimo dijo...

Cuando los alumnos del aula hospitalaria se despertaron aquella fría mañana de abril, nada hacía presagiar que ese día fuera a cambiar sus vidas de un modo radical. Todos ellos se dirigieron a clase pensando que se enfrentaban a un aburrido día más. Allí les recibió la profesora del aula con una sonrisa bastante peculiar. Todos pasabamos dubitativos al aula ya que no era normal la forma en la que nos había sonreído. Una vez dentro, la profesora empezó a reirse de una manera descomunal. De repente, la profesora abrió una extraña carpeta. Todos estábamos asustados.
No sabiamos que habia en esa carpeta pero la sonrisa perturbadura de la profesora no auguraba nada bueno.De repente saco un folio en el se podia ver que por la otra cara habia algo escrito pero no se veia el que.Volvio a reirse maleficamente y le dio la vuelta...
En ese folio había escrito un nombre, el nombre de uno de los alumnos del aula....¡mi nombre! Oh Dios, qué va a pasar conmigo.
En ese momento la profesora cogió su teléfono e hizo una llamada. Al cabo de unos instantes llamaron a la puerta...

Hitzak dijo...

Cuando los alumnos del aula hospitalaria se despertaron aquella fría mañana de abril, nada hacía presagiar que ese día fuera a cambiar sus vidas de un modo radical. Todos ellos se dirigieron a clase pensando que se enfrentaban a un aburrido día más. Allí les recibió la profesora del aula con una sonrisa bastante peculiar. Todos pasabamos dubitativos al aula ya que no era normal la forma en la que nos había sonreído. Una vez dentro, la profesora empezó a reirse de una manera descomunal. De repente, la profesora abrió una extraña carpeta. Todos estábamos asustados.
No sabiamos que habia en esa carpeta pero la sonrisa perturbadura de la profesora no auguraba nada bueno.De repente saco un folio en el se podia ver que por la otra cara habia algo escrito pero no se veia el que.Volvio a reirse maleficamente y le dio la vuelta...
En ese folio había escrito un nombre, el nombre de uno de los alumnos del aula....¡mi nombre! Oh Dios, qué va a pasar conmigo.
En ese momento la profesora cogió su teléfono e hizo una llamada. Al cabo de unos instantes llamaron a la puerta.

Anónimo dijo...

Cuando los alumnos del aula hospitalaria se despertaron aquella fría mañana de abril, nada hacía presagiar que ese día fuera a cambiar sus vidas de un modo radical. Todos ellos se dirigieron a clase pensando que se enfrentaban a un aburrido día más. Allí les recibió la profesora del aula con una sonrisa bastante peculiar. Todos pasabamos dubitativos al aula ya que no era normal la forma en la que nos había sonreído. Una vez dentro, la profesora empezó a reirse de una manera descomunal. De repente, la profesora abrió una extraña carpeta. Todos estábamos asustados.
No sabiamos que habia en esa carpeta pero la sonrisa perturbadura de la profesora no auguraba nada bueno.De repente saco un folio en el se podia ver que por la otra cara habia algo escrito pero no se veia el que.Volvio a reirse maleficamente y le dio la vuelta...
En ese folio había escrito un nombre, el nombre de uno de los alumnos del aula....¡mi nombre! Oh Dios, qué va a pasar conmigo.
En ese momento la profesora cogió su teléfono e hizo una llamada. Al cabo de unos instantes llamaron a la puerta.
En ese momento apareció una señora vestida de blanco con tez palida y dijo: -¡Tú! y haciendo un barrido señaló a la puerta, después a la ventana, y por ultimo a uno de los alumnos y volvió a decir: -¡Tú!Tendrás que enferntarte a la oscura verdad.
De repente las luces empezaron a parpadear, el hospital se quedó a oscuras y una sirena empezó a sonar en la calle, el volumen era extremedamente alto, como si un animal gimiese de dolor. La sirena se paró, el cielo se puso rojo y la señora dijo:

Hitzak dijo...

Cuando los alumnos del aula hospitalaria se despertaron aquella fría mañana de abril, nada hacía presagiar que ese día fuera a cambiar sus vidas de un modo radical. Todos ellos se dirigieron a clase pensando que se enfrentaban a un aburrido día más. Allí les recibió la profesora del aula con una sonrisa bastante peculiar. Todos pasabamos dubitativos al aula ya que no era normal la forma en la que nos había sonreído. Una vez dentro, la profesora empezó a reirse de una manera descomunal. De repente, la profesora abrió una extraña carpeta. Todos estábamos asustados.
No sabiamos que habia en esa carpeta pero la sonrisa perturbadura de la profesora no auguraba nada bueno.De repente saco un folio en el se podia ver que por la otra cara habia algo escrito pero no se veia el que.Volvio a reirse maleficamente y le dio la vuelta...
En ese folio había escrito un nombre, el nombre de uno de los alumnos del aula....¡mi nombre! Oh Dios, qué va a pasar conmigo.
En ese momento la profesora cogió su teléfono e hizo una llamada. Al cabo de unos instantes llamaron a la puerta.
En ese momento apareció una señora vestida de blanco con tez palida y dijo: -¡Tú! y haciendo un barrido señaló a la puerta, después a la ventana, y por ultimo a uno de los alumnos y volvió a decir: -¡Tú!Tendrás que enferntarte a la oscura verdad.
De repente las luces empezaron a parpadear, el hospital se quedó a oscuras y una sirena empezó a sonar en la calle, el volumen era extremedamente alto, como si un animal gimiese de dolor. La sirena se paró, el cielo se puso rojo y la señora dijo:
- No creais que este es el fin, esto no ha hecho más que empezar.
Los alumnos se miraron perplejos, cada vez estaban más desconcertados, no entendian qué estaba ocurriendo. El reflejo de la luz de un rayo les hizo dirigir su mirada hacia la ventana. De repente la luz se encendió y al mirar hacia la puerta la señora que tan inquietantes palabras les había dicho, desapareció.

Anónimo dijo...

Cuando los alumnos del aula hospitalaria se despertaron aquella fría mañana de abril, nada hacía presagiar que ese día fuera a cambiar sus vidas de un modo radical. Todos ellos se dirigieron a clase pensando que se enfrentaban a un aburrido día más. Allí les recibió la profesora del aula con una sonrisa bastante peculiar. Todos pasabamos dubitativos al aula ya que no era normal la forma en la que nos había sonreído. Una vez dentro, la profesora empezó a reirse de una manera descomunal. De repente, la profesora abrió una extraña carpeta. Todos estábamos asustados.
No sabiamos que habia en esa carpeta pero la sonrisa perturbadura de la profesora no auguraba nada bueno.De repente saco un folio en el se podia ver que por la otra cara habia algo escrito pero no se veia el que.Volvio a reirse maleficamente y le dio la vuelta...
En ese folio había escrito un nombre, el nombre de uno de los alumnos del aula....¡mi nombre! Oh Dios, qué va a pasar conmigo.
En ese momento la profesora cogió su teléfono e hizo una llamada. Al cabo de unos instantes llamaron a la puerta.
En ese momento apareció una señora vestida de blanco con tez palida y dijo: -¡Tú! y haciendo un barrido señaló a la puerta, después a la ventana, y por último a uno de los alumnos y volvió a decir: -¡Tú!Tendrás que enfrentarte a la oscura verdad.
De repente las luces empezaron a parpadear, el hospital se quedó a oscuras y una sirena empezó a sonar en la calle, el volumen era extremedamente alto, como si un animal gimiese de dolor. La sirena se paró, el cielo se puso rojo y la señora dijo:
- No creais que este es el fin, esto no ha hecho más que empezar.
Los alumnos se miraron perplejos, cada vez estaban más desconcertados, no entendian qué estaba ocurriendo. El reflejo de la luz de un rayo les hizo dirigir su mirada hacia la ventana. De repente la luz se encendió y al mirar hacia la puerta la señora que tan inquietantes palabras les había dicho, desapareció.
De repente, aparecí SOLA en una oscura sala. No había nada de luz. Quería salir corriendo de esa tenebrosa sala. Empezé a correr pero la sala nunca terminaba. Estaba solita y desolada. Me daba muchísimo miedo la oscuridad. Al cabo de un rato, se empezaron a oír unos pasos... ¡ERA UN MUÑECO MALÉFICO! Empezaron a encenderse y apagarse las luces sin ninguna explicación.

Anónimo dijo...

Cuando los alumnos del aula hospitalaria se despertaron aquella fría mañana de abril, nada hacía presagiar que ese día fuera a cambiar sus vidas de un modo radical. Todos ellos se dirigieron a clase pensando que se enfrentaban a un aburrido día más. Allí les recibió la profesora del aula con una sonrisa bastante peculiar. Todos pasabamos dubitativos al aula ya que no era normal la forma en la que nos había sonreído. Una vez dentro, la profesora empezó a reirse de una manera descomunal. De repente, la profesora abrió una extraña carpeta. Todos estábamos asustados.
No sabiamos que habia en esa carpeta pero la sonrisa perturbadura de la profesora no auguraba nada bueno.De repente saco un folio en el se podia ver que por la otra cara habia algo escrito pero no se veia el que.Volvio a reirse maleficamente y le dio la vuelta...
En ese folio había escrito un nombre, el nombre de uno de los alumnos del aula....¡mi nombre! Oh Dios, qué va a pasar conmigo.
En ese momento la profesora cogió su teléfono e hizo una llamada. Al cabo de unos instantes llamaron a la puerta.
En ese momento apareció una señora vestida de blanco con tez palida y dijo: -¡Tú! y haciendo un barrido señaló a la puerta, después a la ventana, y por último a uno de los alumnos y volvió a decir: -¡Tú!Tendrás que enfrentarte a la oscura verdad.
De repente las luces empezaron a parpadear, el hospital se quedó a oscuras y una sirena empezó a sonar en la calle, el volumen era extremedamente alto, como si un animal gimiese de dolor. La sirena se paró, el cielo se puso rojo y la señora dijo:
- No creais que este es el fin, esto no ha hecho más que empezar.
Los alumnos se miraron perplejos, cada vez estaban más desconcertados, no entendian qué estaba ocurriendo. El reflejo de la luz de un rayo les hizo dirigir su mirada hacia la ventana. De repente la luz se encendió y al mirar hacia la puerta la señora que tan inquietantes palabras les había dicho, desapareció.
De repente, aparecí SOLA en una oscura sala. No había nada de luz. Quería salir corriendo de esa tenebrosa sala. Empezé a correr pero la sala nunca terminaba. Estaba solita y desolada. Me daba muchísimo miedo la oscuridad. Al cabo de un rato, se empezaron a oír unos pasos... ¡ERA UN MUÑECO MALÉFICO! Empezaron a encenderse y apagarse las luces sin ninguna explicación. No podia ver nada las piernas se me habian congelado el sentido del tiempo se habia realentizado y las pupilas se me habian dilatado puesto que ahora veia todo mucho mas nitido. En un si es no es empece a sentir una pequeña rafaga de aire frio que me acariciaba el cuello por la parte izquierda.De repente cerre los ojos y me prepare para lo peor...

Unknown dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Anónimo dijo...

Cuando los alumnos del aula hospitalaria se despertaron aquella fría mañana de abril, nada hacía presagiar que ese día fuera a cambiar sus vidas de un modo radical. Todos ellos se dirigieron a clase pensando que se enfrentaban a un aburrido día más. Allí les recibió la profesora del aula con una sonrisa bastante peculiar. Todos pasábamos dubitativos al aula ya que no era normal la forma en la que nos había sonreído. Una vez dentro, la profesora empezó a reírse de una manera descomunal. De repente, la profesora abrió una extraña carpeta. Todos estábamos asustados.
No sabíamos que había en esa carpeta pero la sonrisa perturbadora de la profesora no auguraba nada bueno. De repente saco un folio en el se podía ver que por la otra cara había algo escrito pero no se veía el que. Volvió a reírse maléficamente y le dio la vuelta...
En ese folio había escrito un nombre, el nombre de uno de los alumnos del aula....¡mi nombre! Oh Dios, qué va a pasar conmigo.
En ese momento la profesora cogió su teléfono e hizo una llamada. Al cabo de unos instantes llamaron a la puerta.
En ese momento apareció una señora vestida de blanco con tez pálida y dijo: -¡Tú! y haciendo un barrido señaló a la puerta, después a la ventana, y por último a uno de los alumnos y volvió a decir: -¡Tú! Tendrás que enfrentarte a la oscura verdad.
De repente las luces empezaron a parpadear, el hospital se quedó a oscuras y una sirena empezó a sonar en la calle, el volumen era extremadamente alto, como si un animal gimiese de dolor. La sirena se paró, el cielo se puso rojo y la señora dijo:
- No creáis que este es el fin, esto no ha hecho más que empezar.
Los alumnos se miraron perplejos, cada vez estaban más desconcertados, no entendían qué estaba ocurriendo. El reflejo de la luz de un rayo les hizo dirigir su mirada hacia la ventana. De repente la luz se encendió y al mirar hacia la puerta la señora que tan inquietantes palabras les había dicho, desapareció.
De repente, aparecí SOLA en una oscura sala. No había nada de luz. Quería salir corriendo de esa tenebrosa sala. Empecé a correr pero la sala nunca terminaba. Estaba solita y desolada. Me daba muchísimo miedo la oscuridad. Al cabo de un rato, se empezaron a oír unos pasos... ¡ERA UN MUÑECO MALÉFICO! Empezaron a encenderse y apagarse las luces sin ninguna explicación. No podía ver nada las piernas se me habían congelado el sentido del tiempo se había ralentizado y las pupilas se me habían dilatado puesto que ahora veía todo mucho mas nítido. En un si es no es empecé a sentir una pequeña ráfaga de aire frio que me acariciaba el cuello por la parte izquierda. De repente cerré los ojos y me prepare para lo peor...
-"No temas"-me dijo una voz femenina muy penetrante.
Mis ojos se abrieron, sin obedecer a mi corazón...y mi cuerpo no paraba de temblar...pero el muñeco maléfico había desaparecido, y la sirena estaba allí de nuevo.
-"Has sido la elegida"
¿La elegida? No entendía nada... ¿para qué había sido la elegida? ¿qué había hecho esta vez?
De repente vinieron a mi miles de recuerdos: aquella vez que desobedecí a mis padres, o cuando mentí a mi profesora, alguna discusión con mis hermanos... Pero hacía mucho de todo aquello, ahora estaba intentando tener un buen comportamiento y ser una buena persona. Pero...estaba claro, que por algo era la elegida. Quería preguntarle a aquella mujer el porqué de su presencia, y sobre todo de sus palabras, pero era incapaz, no podía, todos mis músculos estaban agarrotados.

Anónimo dijo...

Cuando los alumnos del aula hospitalaria se despertaron aquella fría mañana de abril, nada hacía presagiar que ese día fuera a cambiar sus vidas de un modo radical. Todos ellos se dirigieron a clase pensando que se enfrentaban a un aburrido día más. Allí les recibió la profesora del aula con una sonrisa bastante peculiar. Todos pasábamos dubitativos al aula ya que no era normal la forma en la que nos había sonreído. Una vez dentro, la profesora empezó a reírse de una manera descomunal. De repente, la profesora abrió una extraña carpeta. Todos estábamos asustados.
No sabíamos que había en esa carpeta pero la sonrisa perturbadora de la profesora no auguraba nada bueno. De repente saco un folio en el se podía ver que por la otra cara había algo escrito pero no se veía el que. Volvió a reírse maléficamente y le dio la vuelta...
En ese folio había escrito un nombre, el nombre de uno de los alumnos del aula....¡mi nombre! Oh Dios, qué va a pasar conmigo.
En ese momento la profesora cogió su teléfono e hizo una llamada. Al cabo de unos instantes llamaron a la puerta.
En ese momento apareció una señora vestida de blanco con tez pálida y dijo: -¡Tú! y haciendo un barrido señaló a la puerta, después a la ventana, y por último a uno de los alumnos y volvió a decir: -¡Tú! Tendrás que enfrentarte a la oscura verdad.
De repente las luces empezaron a parpadear, el hospital se quedó a oscuras y una sirena empezó a sonar en la calle, el volumen era extremadamente alto, como si un animal gimiese de dolor. La sirena se paró, el cielo se puso rojo y la señora dijo:
- No creáis que este es el fin, esto no ha hecho más que empezar.
Los alumnos se miraron perplejos, cada vez estaban más desconcertados, no entendían qué estaba ocurriendo. El reflejo de la luz de un rayo les hizo dirigir su mirada hacia la ventana. De repente la luz se encendió y al mirar hacia la puerta la señora que tan inquietantes palabras les había dicho, desapareció.
De repente, aparecí SOLA en una oscura sala. No había nada de luz. Quería salir corriendo de esa tenebrosa sala. Empecé a correr pero la sala nunca terminaba. Estaba solita y desolada. Me daba muchísimo miedo la oscuridad. Al cabo de un rato, se empezaron a oír unos pasos... ¡ERA UN MUÑECO MALÉFICO! Empezaron a encenderse y apagarse las luces sin ninguna explicación. No podía ver nada las piernas se me habían congelado el sentido del tiempo se había ralentizado y las pupilas se me habían dilatado puesto que ahora veía todo mucho mas nítido. En un si es no es empecé a sentir una pequeña ráfaga de aire frio que me acariciaba el cuello por la parte izquierda. De repente cerré los ojos y me prepare para lo peor...
-"No temas"-me dijo una voz femenina muy penetrante.
Mis ojos se abrieron, sin obedecer a mi corazón...y mi cuerpo no paraba de temblar...pero el muñeco maléfico había desaparecido, y la sirena estaba allí de nuevo.
-"Has sido la elegida"
¿La elegida? No entendía nada... ¿para qué había sido la elegida? ¿qué había hecho esta vez?
De repente vinieron a mi miles de recuerdos: aquella vez que desobedecí a mis padres, o cuando mentí a mi profesora, alguna discusión con mis hermanos... Pero hacía mucho de todo aquello, ahora estaba intentando tener un buen comportamiento y ser una buena persona. Pero...estaba claro, que por algo era la elegida. Quería preguntarle a aquella mujer el porqué de su presencia, y sobre todo de sus palabras, pero era incapaz, no podía, todos mis músculos estaban agarrotados. Saque fuerzas de donde no las habia y consegui preguntar quien era aquella sirena y porque estaba alli. No recibi respuesta alguna pero sus brillantes ojos azules me daban sensacion de paz y seguridad no sabia quien era aquella mujer pero tenia la sensacion de que no me iba a hacer daño y de que me iba a acompañar durante mucho tiempo. En un visto y no visto un rayo de luz azul me envolvio y me transforme en un hada de fuego.Los ojos se me volvieron rojos el pelo naranja y estaba vestida con un traja de fuego pero no me quemaba...

Anónimo dijo...

Al menos eso era lo que yo creia.Mes y medio más tarde desperté en un hospital,todos aquellos extraños sucesos eran producto de un huracán que había destrozado buena parte del norte de nuestra ciudad,nuestro colegio se había visto enormemente afectado;el sistema eléctrico se había caído, las tuberías de gas habian tenido importantes fisuras desde donde emanaba el gas que tantas alucinaciones nos habia generado, aquella sirena y el muñeco malefico no eran mas que unos guiñoles que habíamos preparado para el teatro de clase de literatura y la señora de blanco,jamás supimos quien era;su cuerpo apareció entre los escombros del instituto,cuando levantaron el cadáver encontraron un sobre en el que efectivamente ponía mi nombre.Todavia no me he atrevido a abrirlo.

Nerea dijo...


Al menos eso era lo que yo creia. Mes y medio más tarde desperté en un hospital,todos aquellos extraños sucesos eran producto de un huracán que había destrozado buena parte del norte de nuestra ciudad,nuestro colegio se había visto enormemente afectado;el sistema eléctrico se había caído, las tuberías de gas habian tenido importantes fisuras desde donde emanaba el gas que tantas alucinaciones nos habia generado, aquella sirena y el muñeco malefico no eran mas que unos guiñoles que habíamos preparado para el teatro de clase de literatura y la señora de blanco,jamás supimos quien era;su cuerpo apareció entre los escombros del instituto,cuando levantaron el cadáver encontraron un sobre en el que efectivamente ponía mi nombre. Todavia no me he atrevido a abrirlo.
Hasta ahora, que con un nudo en el estómago y casi sin respiración lo sostengo en mis manos temblorosas. Todos los daños del huracán ya habían sido reparados y todos los afectados estamos recuperados, había pasado casi un año y sin embargo parece que fue ayer.
Rasgo poco a poco el sobre con mi nombre y voy sacando los papeles que contenía, me quedé blanca, si eso lo hubiese abierto antes me hubiese ahorrado muchos mal entendidos y "dolores" de cabeza... era mi alta hospitalaria. Aquel día la profesora iba a decirme que estoy bien, que los médicos habían considerado que mi estado de salud era el adecuado.

Hitzak dijo...

Gracias Nerea por despejarnos la incognita ;)

El alta...ese bien taan preciado :)