Yo entre aquí hace un mes, me imaginaba que esto era como una verdadera jaula, pensaba que tenía que estar en una habitación metida TODOS los días, desayunar, almorzar, comer, merendar y cenar sola, sin visitas de nadie, con un sicologo que no haria gran cosa, simplemente cebarme para coger peso, si me sentía mal no poder hablar con nadie, simplemente llorar, no poder conocer a la gente de las habitaciones de al lado...
Por una parte es así, pero por otra no: si que estas metida en cuatro paredes los primeros dias pero luego te deján ir a la sala-comedor y conoces a tus compañeras/os que eso es algo que nunca se olvida y algunas de ellas dejan un paso muy grande en tu corazón, que por mucho que nos separen y sepas que es lo mejor, no puedes evitar la tristeza.Luego tambien están las enfermeras y auxiliares que te entienden hasta en la peor situación y te ayudan muchísimo, si tienes que llorar y desahogarte están contigo, y si tienes que reirte también lo están. Aquí te van enseñando muchas cosas, a cada uno lo que necesite, a mi me han ido enseñando a valorar todo lo que tenemos y que nos debemos querer tal y como somos. Te ayudan a empezar a encaminarte ya que el camino es nuestro y no van ha estar siempre aí .
Yo estando aquí he pensado mucho en todo lo que me ha pasado, como he llegado a esto, conocerme a mi misma, amistades...y que cueste o no se acaba sabiendo, entendiendo y poco a poco solucionando. Por ejemplo yo me he centrado en la gente de fuera y en que amigas merecen la pena y quienes no, que amigos puedes tener muchos pero de verdad suelen ser pocos, tambien que la familia es muy importante aunque a ciertas edades no nos lo parezcan.
Tina.
