Muchos lo toman como un castigo. Yo, sin embargo, me lo tomo como un descanso. Un lugar en el que no serás juzgado, en el que simplemente vivirás durante un tiempo. No conoces a nadie, pero puedes confiar en esa gente, esa gente cuyo fin es que estés bien. Que intentará hacerte sentir bien dándote cariño o dejándote solo.
Visto desde fuera, estamos encerrados detrás de una puerta de cristal. Solo se nos permite comer, ir al baño y dormir. Nos tienen vigilados con cámaras, como si fuéramos ratas de laboratorio. Es un lugar deprimente, gris y enfermizo. Pero eso es un punto de vista erróneo.
En esta estancia estamos protegidos. Las cuatro paredes actúan como una burbuja protectora, que hace rebotar todo lo que te hace daño, que acoje tus lágrimas y endulza los minutos.
~Aetiss~
