Ospitalean ere ikasten!

¡Aprendiendo en el hospital!

jueves, 17 de febrero de 2011

Cuarto menguante

Un grito resuena por toda la sala de entrenamiento. Un giro rápido y un golpe certero derriban a su rival. Nyss respira fatigada. Se acerca a su profesor y le ayuda a levantarse. Pequeñas gotas de sudor perlan su frente, empapando el flequillo que le cubre parte de los ojos. Se limpia la sangre del labio, tira el arma al suelo y se va.

Entra en su habitación. Coge ropa limpia de su armario y una toalla. Cierra la puerta del baño y enciende el grifo de la bañera. Se mira al espejo y se cura el corte de la boca. Está roja y cansada por el esfuerzo. Una nube de vapor inunda la estancia. Se quita la ropa y se mete en el agua. Sus pulsaciones disminuyen lentamente. El pelo blanco se le moja y se oscurece. Permanece largo rato en la misma posición, pensando. Ich se sienta en el grifo. Nyss se enjabona despacio, dejando que la suave esponja le acaricie. El jabón resbala por su piel, haciéndole cosquillas y dejando un agradable olor en ella. Se aclara por fin y se seca rápido. Se viste y se seca el pelo. No sonríe. No puede. No quiere. Se tumba en la cama. Alguien llama a la puerta.

- Adelante- dice simplemente.

Una señora regordeta y sudorosa entra en la habitación. Es la nueva criada. Lleva un montón de papeles. Los deja en el escritorio de la muchacha. Se inclina ante ella y sale cerrando la puerta de golpe.

Ich revolotea por encima de la niña. Se posa en su almohada y salta sobre ella hasta que consigue que Nyss se levante. La chiquilla se resigna. Es hora de hacer los deberes que supone ser la heredera. Se sienta frente a la mesa y empieza a ojear todos los papeles sin muchas ganas. Y como se suele decir, eso son los gajes del oficio.


~Aetiss~ + Ich