Ospitalean ere ikasten!

¡Aprendiendo en el hospital!

jueves, 21 de marzo de 2013

UNA DEPRESIÓN

Miércoles 27 de febrero, ingresaba en observación el el "HOSPITAL DONOSTIA" por depresión.
Necesitaba ayuda, de cualquiera, ya no podía más. Esto me estaba matando y no sabía lo que hacer. Mi madre, familia y amigos me apoyaban desde fuera, me daban muchas fuerzas y decidí ingresar en el "Hospital Santiago" de Vitoria, en la planta de Psiquiatría Infantil.
Llegué la tarde del día 28 de febrero y la verdad es que no era un sitio agradable para mí. Un sitio cerrado, sin móvil, sin tu madre, sin poder fumar... Parecía el fin del mundo. Pero no. Ahí comenzaba mi recuperación.
12 de marzo, mi recuperación avanza lentamente, pero lo hace. Los días aquí se me pasan rápido aunque no lo parezca, es un sitio cerrado pero somos como una familia y nos paoyamos los unos a los otros. Tengo días malos, en los que me cuesta asumir todo lo que estoy pasando, pero cada vez son más los días buenos.
19 de marzo, martes, estoy bastante mejor. Ahora miro atrás y si hubiese hecho alguna locura no sabeis cuanto me arrepentiría. Parecía que nunca iva a acabar, no tenía ganas de vivir, ni de salir, comer, ni siquiera de hablar. Estaba metido enmi mundo de color negro y no quería salir de ahí, lo único que quería era desaparecer. Parecía que todo lo que hacía lo hacía mal, y no era así, lo que pasa que lo veía así inconscientemente. Pero sí, hay salida, y el mundo de nuestro alrededor no es que sea perfecto pero tiene muchas cosas buenas.
21 de marzo, último día de ingreso, parece que no estoy preparado para el alta, me da un poco de miedo enfrentarme a la vida real. El primer día que ingresé, estaba deseando salir de ahí como sea, y hoy, mi día de alta, quiero y no quiero. Jajajaja. Pero bueno, toca enfrentarse al mundo real que para algo me he recuperado. Adelante.
PD: Vive cada día como si fuese el último.
Syan ~

1 comentario:

Ana dijo...

Gracias por compartir con nosotros, lectores, estas palabras tuyas tan importantes.

¡Ojalá vuelvas a encontrar más colores para pintar tu vida!, aunque el negro esté ahí...no tiene por qué ser tan malo, de hecho es el color más emblemático para representar la elegancia.

¡Mucha suerte para ti!